La sombra, ese
recoveco oscuro de la mente que suscita temor y fascinación en nosotros mismos
y en aquellos que lo llegan a ver en ti. Se derrama sin pudor sobre la
estructura de tu psique, desligada de voluntad y cognición. Adopta la forma de
tus pensamientos al pasar, pero éstos son sus títeres y juega con ellos, porque
éste es su propósito: impregnarlos de tinta china y estudiar el trazado de los
ríos de leve caudal que en ellos deja. Después de todo, en ellos dejará su
impronta, y se recreará en los afluentes y bifurcaciones que alimentes con tus
rumiaciones.
Que no se te escape.
Que no se te escape.
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