miércoles, 21 de mayo de 2014

Comienzo de una palm-Era

Confieso que tengo cierta facsinasión por lo ordinario. El esnobismo de los gintos is out, un nuevo ciclo dominado por su antítesis se abre paso, como una palmera en el cantábrico: tímida y de futuro incierto, pero celebrada. La tontería del culo está en peligro de extinción, aunque se prevé que ciertos reductos se aferren a un clavo ardiendo en defensa de sus mocasines o sus colecciones de vinilos sin estrenar.

Los anuncios de Spotify seguirán dando por culo con Bisbal y Melendi en los momentos menos oportunos, pero tus amigos dejarán de tocar música de cortarse las venas en las acampadas y se decantarán por el rollito distendido de las canciones de dos acordes para borrachos.


Señores, es hora de sacarse los palos de escoba del culo, menearlo a ritmo de cumbia-reggaeton, y dejar de meter barriga. Es el fin de las autoetiquetas de freak o hipster, es tiempo de ser vulgar y corriente.

viernes, 2 de mayo de 2014

Dibujarme con un trazo

Tropiezo matemáticamente con cada piedra dos veces. Pero no me importaría una tercera (n+1) con la última que me he topado. De todas mis jaquecas, es y será mi favorita.

Podría ponerle nombre y apellidos, ya sabes, para hacerlo personal. Podría llamarlo Puñado de Emociones, algunas de ellas peligrosamente deseables. Implosionan en el silencio del vacío en una singularidad, como una verdad simple, única y abstracta. Podría ser la proyección de los anhelos de mi ello o potenciales evocados sensoriales que busco al despertar y al precipitarme al abismo del insomnio que me acecha incansable en la noche.

Después de esta breve presentación de los hechos no-hechos, he de decir que no le culpo de este vacío que ha creado, o que siempre estuvo ahí y sin quererlo me ha descubierto. Lo tengo bien merecido, por insolente y autodestructiva. Y a la vez merezco que me arregle por los mismos motivos. Hazlo, y prometo no caer y estropearme más por ninguna piedra.